VALOR DE LEY
Partiendo de la base de que no he visto la de John Wayne pero leyendo y escuchando opiniones que dicen que no tienen casi nada que ver (algunas palabras salen de los propios Coen diciendo que no se han basado en la película sino en el libro) tengo que decir que Valor de Ley cumple a la perfección con lo que nos tienen acostumbrados los Coen. Podemos decir que es una especie de No es país para viejos ambientada en el oeste y con más diálogos y olvidándose un poco en recrearse en los momentos de la persecución. Porque al fin y al cabo estamos ante otra película de persecución, os dejo la sinopsis:
“Después de que su padre fuera asesinado por un hombre que estaba a su servicio, la joven Mattie Ross llega a la gran ciudad para cerrar los últimos asuntos de su progenitor. Sin embargo la niña no está dispuesta a que el criminal que acabó con su vida escape, por lo que decide contratar al único hombre con el valor suficiente para perseguirlo en territorio indio. El elegido es Rooster Cogburn, un veterano marshall que no resulta ser más que un borracho charlatán…”
Ante esto podemos pensar que la historia cumple a la perfección con los cánones de los antiguos western donde la venganza y el honor están presentes por doquier. Pero el trabajo que han hecho los Coen es digno de alabanza pues han conseguido una simbiosis perfecta entre reparto, historia y localizaciones. Todo parece fluir de forma calculada y precisa, narrándonos una historia simple que no hace que nadie se replante nada pero que mantiene un ritmo que le viene al pelo a la historia.
Del reparto solo puedo decir cosas buenas pues todos están increíbles, la niña no flojea al llevar casi todo el peso del film y se compenetra de lujo con un Jeff Bridges sacando su lado más “nota” que tanto nos gusta, papelón. Matt Damon como siempre más que correcto en un papel al que nos tiene poco acostumbrados pero que borda.
La dirección de los Coen es magnífica, vuelvo a recalcar el símil con No es país… pero recuerda y mucho el estilo pausado pero continuamente en tensión del film. Algunas escenas son memorables, y con esto me refiero a la de la colina, donde asistimos a una escena desde lo alto con una carga de tensión y expectación increíbles. Solo por estos pequeños detalles la cinta se convierte en una gran película que supera a muchísimos Western y que demuestra la maestría de estos dos grandes, tanto en la dirección como en la adaptación (tan precisa) de la novela.
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